No dejemos que la improvisación estropee una buena idea de campaña. Vamos a sentarnos a planificar cada una de las acciones, con flexibilidad y “cintura”, pero con rigor, teniendo siempre en el punto de mira el objetivo.
Planificar con cuidado permite ahorrar muchos costes imprevistos y maximiza los resultados. Además, si la estrategia está bien enfocada, la planificación cuidadosa “se nota”, todo va sobre ruedas.
Una planificación permite anticipar y controlar las tareas, los objetivos intermedios y los hitos establecidos. Es una inestimable herramienta para que la dirección de marketing pueda tener una visión global, y en tiempo real, del progreso del proyecto.
El Plan de Comunicación es tan importante como la Estrategia. No nos quedemos en las buenas ideas, diseñemos una buena ejecución.